Canarias siempre ha presumido de ser un auténtico paraíso, un archipiélago con varias islas, diferentes entre sí, pero todas ellas con un clima de casi eterna primavera. Esto permite que el turismo se haya convertido en el principal motor económico de la región, atrayendo a todo tipo de personas, de todas las partes del mundo. Desde los que vienen para pasar unas vacaciones tranquilas hasta los que buscan emociones fuertes. Desde surfistas y escaladores hasta jubilados del norte de Europa, que encuentran en el sol de Canarias un refugio perfecto para descansar después de toda una vida de duro trabajo. En los últimos años, sin embargo, se está dando un nuevo tipo de turismo que está empezando a preocupar y mucho a las autoridades canarias. Se trata del turismo sexual, aquel que se lleva a cabo con el principal fin de disfrutar de relaciones sexuales en un destino idílico.
España es, según los datos, uno de los países donde más prostitución se consume en todo el mundo. Muchos hombres pagan por tener sexo con profesionales del placer, y en la mayoría de casos lo ven como algo normalizado, una forma más de ocio. Sin embargo, el hecho de que cada vez sean más los hombres que lleguen buscando chicas dispuestas a complacerles en todo lo que pidan genera también otro tipo de problemas. Tenemos, por ejemplo, la trata de mujeres, uno de los males más perversos que se dan en aquellos focos de prostitución. Y es que muchas chicas pueden emplearse como amantes profesionales por su cuenta, por una decisión personal, pero la mayoría son forzadas a ello. Y los turistas sexuales buscan siempre “carne fresca”, chicas jóvenes y atractivas que hagan realidad sus fantasías más morbosas. Si un destino se esfuerza en ofrecerles ese tipo de amantes y además le ofrece buena gastronomía, un clima perfecto y mucho relax, es lógico que se convierta en uno de los favoritos para este tipo de turistas. Canarias ha entrado en la ruta del turismo sexual mundial, y esto es algo que hay que analizar detenidamente, para entender todas las consecuencias.
Situación actual del sector en Tenerife
La isla de Tenerife es la más visitada por los turistas dentro del archipiélago canario. Entre sus atractivos encontramos las preciosas playas que la rodean, tanto en el norte como el sur, el ocio nocturno en la zona de la capital y, por supuesto, las rutas naturales en el Parque Nacional del Teide, el pico más alto de las islas. Si a eso le sumamos un clima casi siempre primaveral, con cielos despejados y temperaturas agradables, es lógico que los turistas hayan encontrado un paraíso en esta isla. Y el turismo atrae dinero, y con el dinero también vienen las oportunidad de trabajo para las chicas que ejercen la prostitución, que suelen emplazarse en aquellos lugares donde saben que van a poder encontrar buenos clientes.
Según los últimos datos, hay más de 3.000 mujeres ejerciendo la prostitución en Canarias, siendo una de las comunidades donde más se llevan a cabo estos servicios. Y es que no se trata solo de satisfacer a los propios tinerfeños, sino también a los cientos de miles de turistas que cada año inundan la isla. Por supuesto, la pandemia ha cambiado mucho las cosas desde el año pasado, pero aun así, la situación está volviendo a la normalidad. Cientos de mujeres se dedican a este negocio en la isla, en ciudades grandes como Santa Cruz o La Laguna, pero también en pequeñas poblaciones costeras y turísticas. La mayoría de ellas son amantes latinas, aunque cada vez hay un porcentaje mayor de españolas, incluyendo a las propias chicas canarias, que encuentran en este negocio una tabla de salvación, o un trampolín para la vida que quieren llevar.
Un aliciente para la visita de muchos turistas
La prostitución se puede considerar un aliciente más para muchos turistas, incluso uno de los más importantes para algunos de ellos. Aquellos que vienen solos, o con grupos de amigos, para pasar unos días de descanso y relax, o de fiesta y juerga en la isla, suelen también acudir a estas profesionales del placer para algún servicio. Si las chicas tuvieran que conformarse solo con los hombres de la isla, seguramente la demanda sería mucho menor y no llegaría ni a la mitad. Pero gracias al empuje del turismo, y a que muchos hombres están interesados en pasar una noche divertida y excitante con alguna de estas escorts, el negocio sigue a flote, e incluso puede estar creciendo por momentos, si obviamos todo el tema de la pandemia en 2020.
Clubes y pisos privados
La situación de cada prostituta varía mucho, y aunque es imposible generalizar, sí que podemos afirmar que la mayoría llevan a cabo sus servicios en clubes y pisos privados. Todavía hay quien hace la calle, a la manera tradicional, e incluso se entrega con sus clientes en algunos lugares públicos, como parques o playas desiertas. Esto, sin embargo, está dejando de ser la norma general. Disfrutar de esos servicios en una estancia privada, como un apartamento discreto, es mucho más seguro tanto para la chica como para el cliente. De la misma forma, los clubes donde estas mujeres trabajan siguen siendo muy reconocidos en toda la isla. A los turistas que llegan de nuevas a esos lugares no les cuesta demasiado encontrarlos, y escoger de entre todas esas chicas a la que más les gusta para pasar un rato excitante y divertido. Estos clubes ofrecen todo tipo de comodidades a los clientes, así que son un lugar perfecto no solo para disfrutar, sino también para relajarse.
El turismo sexual crece en Canarias
Hasta principios de 2020, el turismo sexual estaba creciendo en Canarias, a un ritmo bastante rápido además, convirtiendo a esta región en una de las punteras dentro de España. Su ubicación, su buen clima y la gran cantidad de turismo que recibe son seguramente los factores que han ayudado a que se de este crecimiento. Allí donde hay dinero hay sexo, eso está claro, sobre todo si ese dinero proviene del turismo. Esto ha permitido que muchos hombres encuentren en Canarias un lugar perfecto para pegarse sus vacaciones, con servicios sexuales incluidos. Junto con Tailandia, Brasil y Puerto Rico, España se ha convertido en uno de los países más aventajados en lo que al turismo sexual se refiere. Y Canarias tiene mucha culpa de ello.
¿Cómo impacta esto en las islas? Por un lado, es innegable que el turista, sea sexual o no, viene a dejarse un buen dinero en la región. No solo está dispuesto a pagar por tener relaciones, sino que también se aloja en un hotel, come en restaurantes, bebe en bares y pubs, etc… Esto son ingresos que llegan a la isla por parte de turistas que tal vez, si no hubiera tanta actividad sexual por aquí, podrían escoger otro destino distinto. Por otra parte, el aumento del turismo sexual también ha provocado un aumento en los delitos de trata de mujeres, así como otros paralelos, como el tráfico de drogas. La situación se está volviendo insostenible en algunas zonas, donde los vecinos se quejan de estas actividades. Las autoridades están empezando a mirar con verdadera preocupación este crecimiento del turismo sexual, que por una parte beneficia a las islas, pero trae consigo consecuencias poco éticas…