La pandemia del Covid-19 llegó a España a finales del mes de febrero, y sigue siendo un problema gravísimo no solo para nuestro país, sino para todo el continente. Con más de sesenta mil fallecidos confirmados en los últimos meses, España se enfrenta a la segunda ola sin apenas haber aprendido nada con respecto a lo que ocurrió meses antes, con restricciones para casi toda la movilidad, en todo el territorio de la península. La situación en Canarias es algo distinta, porque las islas, por fortuna, han conseguido mantenerse casi al margen por completo de esta pandemia, o al menos no se ha llegado al punto fatídico que se está viviendo en la península. Tal vez por su lejanía, tal vez por no contar con tanta población, las islas Canarias se han convertido en un auténtico paraíso frente al Covid.
Sin embargo, el peligro de la llegada de turistas infectados con el virus siempre ha estado ahí, y ha generado un auténtico problema para las islas, donde se vive primordialmente del turismo. Canarias recibe cada año millones de visitantes procedentes de toda Europa, sobre todo Alemania y Reino Unido, dos países que sí se han visto muy afectados por esta pandemia. En un momento dado, el Gobierno español obligó también a cerrar aeropuertos durante el confinamiento, pero posteriormente, Canarias fue uno de los sitios donde primero se permitió la llegada de extranjeros. Salvar el turismo es indispensable en esta comunidad autónoma, que sin embargo debe enfrentarse también al dilema de dejar entrar a personas que pueden estar infectadas desde el extranjero. ¿Cómo está luchando Canarias frente al Covid? ¿De qué manera está intentando equilibrar esta situación con el mantenimiento del turismo?
La importancia del turismo para Canarias
Las islas Canarias son uno de los destinos turísticos favoritos de los extranjeros en nuestro país, un paraíso de tiempo casi eternamente primaveral, con playas espectaculares, grandes recintos y mucho que descubrir. Canarias siempre ha vivido del turismo, pero en los últimos años esto se ha visto incluso más reforzado que nunca. Al ser ocho islas de pequeño tamaño, donde la industria es prácticamente imposible, el sector terciario se ha hecho casi con todo el control. Existen no solo alojamientos turísticos, sino también muchos bares, restaurantes y tiendas que viven precisamente de la llegada de los turistas, sobre todo extranjeros. Pasear por cualquiera de las islas más turísticas, como Tenerife o Lanzarote, lo demuestra perfectamente. El peso del turismo en Canarias sigue siendo inmenso, y perder este sector sería algo absolutamente catastrófico al medio y largo plazo para el futuro de los canarios.
Solo el aporte directo en alojamientos supone casi un 30% del total del PIB de las islas, a lo que hay que sumar el incalculable valor que el turista se deja en tiendas, restaurantes y demás comercias. Esto, además de contar con muchas segundas residencias de británicos y alemanes, que se vienen aquí en la temporada de invierno en sus países huyendo del frío. Conociendo estos datos y sabiendo de lo imprescindible que resulta el sector en las islas, el Gobierno ha permitido que Canarias se mantenga un poco al margen de las restricciones generales como el toque de queda o el cierre temprano de los bares y restaurantes. Las islas siguen abiertas a la llegada de extranjeros, aunque siempre con todas las medias de seguridad necesarias, con la visión puesta en convertir a Canarias en uno de los pocos reductos seguros frente al Covid en todo el continente.
La reactivación del turismo durante la pandemia
La pandemia no ha golpeado de una forma tan directa a Canarias, al menos en lo que a víctimas se refiere. Canarias ha sido, además, la comunidad con menos incidencia de infectados por miles de habitantes, por lo que ha podido manejar mucho mejor la situación. Después del confinamiento, las fronteras canarias fueran las primeras en abrirse, junto a las de Baleares, con la vista puesta en salvar al menos el verano. La incidencia del virus durante toda esa estación fue mínima, aunque la segunda ola ha vuelto a complicar las cosas. El turismo ha intentado reactivarse a través de ofertas y descuentos en los hoteles, sobre todo con la vista puesta en los extranjeros. Sin embargo, la temporada se ha quedado, como era de esperar, a medio gas.
Medidas de seguridad ante los nuevos visitantes
Si bien es cierto que Canarias cuenta con ciertas ventajas frente a las medidas que el Gobierno ha tomado en el resto de territorios del país, como por ejemplo un toque de queda posterior para el público en general y también para los bares y restaurantes, las medidas de seguridad que se han tomado buscan evitar lo máximo posible los contagios. La distancia de seguridad y la mascarilla son necesarias en todo momento. Así mismo, para aquellos que estén llegando ahora a la isla desde el extranjero, se está empezando a exigir una documentación acreditativa sobre su buen estado de salud, confirmando así que traen Covid. Canarias está siendo uno de los pocos lugares en España donde se llevan a cabo estos controles de seguridad para los visitantes de fuera.
El futuro de las islas
Como pasa en cualquier otro lugar del país, y casi del mundo, el futuro parece bastante incierto para Canarias. Está claro que no estamos en el mejor momento para el turismo, y eso acarreará consecuencias bastante graves como la pérdida de empleo o incluso el cierre de negocios. Pero también es cierto que, si las perspectivas siguen siendo positivas de cara a 2021, tal vez el año que viene sí que se pueda recuperar de nuevo todo el trasiego de turistas habitual, y la recuperación de las islas sea rápida, siempre que esta pesadilla pase de largo de una vez por todas. Canarias vive del turismo y necesita la llegada de gente de fuera para llenar sus playas, sus hoteles y sus restaurantes. Cuando esto se pueda dar sin restricciones, las aguas volverán a su cauce. Ahora solo hay que determinar cuándo ocurrirá eso.