La inmigración en Canarias y su alarmante aumento

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La inmigración es una de las situaciones más conflictivas y complejas que se dan hoy por hoy en todo el mundo, pero como siempre ocurre, hay países más afectados que otros por este tema. España, sin lugar a dudas, es uno de los que más tiene que batallar con la llegada de inmigrantes ilegales, ya que es, junto con Italia, el país europeo por donde estos inmigrantes suelen llegar a nuestro continente. A pesar de legislar para intentar disuadir a los inmigrantes a viajar de esta manera, por su propia seguridad, ya que muchas veces se lanzan al mar en pateras que acaban volcando y tienen que pasar travesías inhóspitas para llegar a tocar tierra española, el incremento de la llegada de estos inmigrantes ha sido brutal este año, multiplicándose por el encima del 1000% en lugares como las islas Canarias, que se ha convertido en foco de esta masiva migración.

Se calcula que en lo que va de año han sido casi 20.000 los inmigrantes que han llegado hasta las costas canarias, un número sustancialmente mayor que el que se registró en 2019. El sistema de acogida está absolutamente colapsado, y la situación cada vez se hace más complicada de controlar, ya que no se trata solo de ver dónde pueden estar esos inmigrantes hasta que su situación se aclare, sino que además se ha entrado en una batalla política que, lejos de arreglar las cosas, solo busca confrontar a unos y a otros para sacar tajada de la situación, aunque haya vidas humanas en juego. En este artículo vamos a analizar todo lo que está sucediendo en Canarias en estos últimos meses, y las distintas posibilidades en las que puede derivar esta situación.

La incesante llegada de inmigrantes

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Canarias, al estar ubicadas relativamente cerca de la costa oeste africana pero pertenecer a un país europeo y por tanto ser parte del Viejo Continente, ha sido siempre un lugar con mucha inmigración ilegal. Las pateras han llegado desde hace años a estas costas, pero lo de 2020 está siendo algo  nunca vista, superando con creces cualquier otro año de migraciones de este tipo. Se cuentan por miles, y cada vez parecen llegar más, algo que pone en peligro su propia situación y también supone algo peligroso por la pandemia que estamos sufriendo. La llegada masiva de inmigrantes a las costas canarias no parece frenarse, más al contrario, cada vez llegan más, lo que está provocando que algunas zonas de las islas, como el puerto de Arguineguin, se conviertan en polvorines donde cualquier problema puede provocar una situación muy peligrosa.

La Ruta de Canarias

No es casualidad que los inmigrantes utilicen ciertas rutas o recorridos para alcanzar el puerto que están buscando. En el norte de Marruecos lo hacen hacia Algeciras o Almería, los sitios más cercanos. Los que tratan de llegar a Canarias parten desde Marruecos o Mauritania, las zonas de costa más cercanas al archipiélago canario. Estas aguas no son precisamente sencillas de navegar y dada la distancia que hay con respecto al punto de origen, la travesía es mucho más larga y también peligrosa, costando la vida de cientos de personas cada año. España cuenta con acuerdos estratégicos con países como Marruecos o Mauritania, para que estos tengan un mayor control en las costas y eviten así que los inmigrantes se lancen al mar desde el origen.

Sin embargo, este tipo de acuerdos funcionan también a modo de chantaje por parte de esos países de origen, que intentan conseguir cosas de España a cambio de cerrar el grifo. Cuando la situación de tensión se vuelve insostenible, Marruecos suele abrir de nuevos sus playas de origen y permitir la salida de pateras e incluso barcos que llevan a los inmigrantes a aguas internaciones para dejarles allí y que hagan el último tramo en las pateras. La Ruta de Canarias se ha retomado en 2019, con un aluvión de llegadas por parte de inmigrantes subsaharianos que simplemente buscan poner un pie en suelo europeo, porque saben que al menos durante un tiempo tendrán que dejarles allí.

Alojamiento de inmigrantes en hoteles

La avalancha de inmigrantes ha sido tal que el Gobierno de Canarias ha tenido que buscar remedios improvisados. Al principio, los inmigrantes eran trasladados a campamentos improvisados en algunos puertos, como el de Arguineguin, donde han llegado a hacinarse más de dos mil personas, según algunas informaciones. Cuando el gobierno trata de llevar a cabo las devoluciones en caliente, en un plazo inferior a 72 horas, el inmigrante puede acogerse a pedir asilo, por lo que será trasladado a un CIE mientras su expediente se resuelve. Pero, ¿qué ocurre cuando los CIEs y los campamentos improvisados ya no pueden dar abasto a la hora de acoger a estos inmigrantes? Entonces se han de buscar soluciones improvisadas.

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En el caso de Canarias, una de las más polémicas ha sido la determinación de alojar a estos inmigrantes en hoteles, que en muchos casos estaban cerrados con una actividad prácticamente nula, debido a las restricciones por la pandemia. Esta decisión ha traído mucha cola, ya que ha indignado a buena parte de la población, que no ve lógico que se deba dar tanta facilidad a los inmigrantes a su llegada a Canarias, puesto que eso supondría un nuevo efecto llamada. La situación se vuelve cada vez más compleja mientras que el gobierno canario pide la solidaridad al gobierno central, para que las islas no tengan que seguir cargando solas con todo este problema.

La participación del ejército

La situación de crisis afecta directamente el Gobierno de España, puesto que forma parte del problema y tiene que encontrar un resolución al mismo. Por el momento, los primeros pasos también han provocado roces dentro del propio Ejecutivo, ya que Defensa ha desplegado a una parte del ejército en las islas, con el cometido de ayudar a controlar la situación de una manera más eficaz. Sin embargo, el propio ministro de Interior, Grande-Marlaska, muy criticado en estos últimos meses desde varios sectores de la población, consideraría que la llegada del ejército ha sido muy tardía, cuando el problema ya ha crecido demasiado.