Si bien el archipiélago canario puede presumir de haber soportado mucho mejor la pandemia del Covid 19 que otros puntos del país, en parte gracias a su “aislamiento” y a la poca incidencia de casos en las islas, está claro que a nivel económico la situación no ha sido precisamente la misma. Canarias es una región que depende muchísimo del sector servicios, especialmente del turismo, que ha sido sin lugar a dudas uno de los grandes afectados por las restricciones provocadas por la pandemia en estos meses. Desde el momento en el que se confina a todo el país y se impide la entrada de personas desde el extranjero, o desde casi cualquier otro punto de la propia península, Canarias pierde muchísimo tanto directa como indirectamente.
El sector turístico es el encargado de tirar del carro de todo el sector terciario, porque muchos bares, restaurantes, tiendas y otro tipo de servicios dependen directamente de la llegada de turistas. Cuando se cierra el grifo, la economía se resiente de forma bastante grave. De hecho, en el segundo trimestre del año, el PIB de la comunidad bajó en más de un 33%, casi el doble que en el resto del país, y con una diferencia aun mayor con respecto al mismo periodo del año anterior, donde había crecido por encima del 2%. La situación económica en Canarias empieza a ser dramática, aunque en las últimas semanas al menos se han podido abrir un poco las restricciones y se está volviendo a dejar pasar a los turistas, siempre con una PCR negativa, para evitar que el virus se pueda colar en Canarias y tener que volver a cerrarlo todo.
Una región sostenida por el turismo
Desde siempre, Canarias ha sido considerada como un auténtico paraíso, un archipiélago ubicado cerca de la costa de África, en una zona donde las temperaturas son perfectas la mayor parte del año, creando el ambiente idóneo para explotar precisamente sus playas, sus servicios, tanto para el resto de españoles como sobre todo para los extranjeros. La región recibe millones de visitantes al año, y también cuenta con una de las mayores comunidades de británicos y alemanes de todo nuestro país, que viven aquí durante todo el año o en largas temporadas, especialmente en invierno. El turismo da de comer a mucha gente en Canarias, no solo por los establecimientos hoteleros, sino también por bares, restaurantes, discotecas, tiendas de recuerdos, cafeterías o chiringuitos que se encuentran cerca de estos destinos turísticos y aprovechan la llegada masiva de esos visitantes. O así era hasta marzo, al menos.
La economía más allá del turismo
Además del sector turístico, que como decimos es sin duda el más importante de todos los sectores económicos en la región, Canarias también presume de sector primario, con enormes terrenos dedicados a la agricultura, con plantaciones de viñedos, por ejemplo, o también de plataneras. Su clima perfecto permite que se puedan plantar todo tipo de verduras, frutas y hortalizas durante todo el año. El sector industrial también tiene un peso importante en determinadas islas, siendo el que menos se ha resentido. Sin embargo, el turismo ha lastrado a todo el resto, dejando tocados a otros sectores como el de la construcción, por ejemplo, que venía trabajando muchísimo para seguir construyendo nuevas viviendas en las islas, que siempre se pagan a muy buen precio.
Problemática actual
La situación a la que Canarias se ha tenido que enfrentar en esta pandemia ha sido crítica. Al tener que comprobar las llegadas foráneas para evitar que se colase el Covid 19, los extranjeros han temido venir a esta región, aun siendo una de las más seguras del continente. El confinamiento que se llevó a cabo entre marzo y junio perjudicó enormemente al turismo, evitando la llegada de nuevos visitantes, algo que siguió ocurriendo en los meses de verano, ya en temporada alta, donde no hubo tanto turismo masivo en las islas. Esto conllevó una contracción bastante fuerte del PIB, y también un aumento en el número de parados, por encima de la media de todo el país, demostrando también de paso la influencia y la necesidad que Canarias tiene del turismo.
Limitaciones frente a otras regiones
Canarias cuenta con algunas ventajas para evitar la propagación del virus, y es que al ser un archipiélago, los positivos se pueden contener de una manera mucho más sencilla, en una sola isla. Sin embargo, las limitaciones también son más evidentes. Al estar lejos de la Península, Canarias parece siempre la región olvidada. No puede desarrollar otro tipo de industrias por estar limitada a las islas de las que se compone, y su valor como destino turístico ya es esencial para su supervivencia. En esta región dependen de la llegada de visitantes, y por eso el gobierno autonómico ha luchado con todas sus fuerzas para demostrar que Canarias es un destino seguro, en el que cualquier turista que llegue sano puede disfrutar de la paz y la tranquilidad de un auténtico paraíso donde la incidencia de la pandemia está siendo mucho menos. Los canarios ya miran con esperanza a 2021, año en el que deberían de recuperar el tiempo perdido, toda vez que la situación se arregle.