Sobre filias sexuales se ha hablado y escrito muchísimo, y es que cada persona tiene su propia manera de entender lo que es excitante y lo que no, y dentro de los límites de la libertad individual entre dos personas, todo tiene cabida. Desde el sexo extremo al fetichismo, pasando por esas fantasías que muchos no acaban de entender, como por ejemplo, el cuckolding, como se conoce al deseo de que nuestra pareja esté con otra persona y nos ponga los cuernos.
El cuckolding no es algo nuevo, y es que siempre ha habido cornudos consentidos e incluso orgullosos de serlo, pero es cierto que en los últimos tiempos, la libertad sexual mayor y el hecho de verlo como algo más natural ha hecho que muchos salgan de sus secretos escondites y se sientan orgullosos de ver a sus mujeres follando con otros hombres. Ese punto de morbo, de vouyerismo, es algo que puede entrar perfectamente dentro de la pareja, siempre que los dos estén de acuerdo y no haya celos de por medio.
¿Por qué a algunos hombres les gusta que le pongan los cuernos?
Aquí hay teorías para todos los gustos, porque aunque el cuckolding es un fetiche cada vez más común, está claro que no todos los hombres tienen la necesidad de ver a su esposa o a su pareja con otro, y mucho menos se excitan con eso. Pero los que si lo hacen defienden que es una forma nueva de alcanzar ese morbo y ese deseo que a veces cuesta, como cuando se hacen juegos de rol o dominación. Algunos hombres disfrutan siendo humillados y socialmente, lo de que te pongan los cuernos sigue siendo una humillación. Otros pueden desear que su mujer satisfaga todas las fantasías sexuales que tenga con otros hombres, y que eso además les ponga a ellos muy cachondos.
¿Por qué esta fantasía sexual existe en los hombres y no al revés?
Seguramente también habrá alguna que otra mujer que disfrute viendo a su chico con otra, algo parecido a este fetiche, pero lo cierto es que se da con aplastante mayoría entre los varones. Es algo que va supuestamente contra natura, ya que suele ser el hombre el que por propia supervivencia de la especie busca procrear con varias mujeres, y es tremendamente territorial con las suyas. Tal vez ahí esté el quid de la cuestión, y los chicos sean menos celosos a la hora del sexo que las mujeres, para ver a su pareja con otra persona en medio del placer.
¿Es común el cuckolding en la sociedad actual?
Pues tal y como anuncian los datos del buscador más importante del mundo, Google, el cuckolding se está convirtiendo en una tendencia cada vez más importante y a tener en cuenta. Todavía es algo dentro delos fetiches más raros, pero poco a poco esta tendencia va saliendo a la luz y haciéndose cada vez más y más importante en nuestra sociedad, sobre todo en los países anglosajones, aparentemente más abiertos para este tipo de prácticas que otros como España o los países Latinoamericanos. Es una de esas nuevas tendencias sexuales que están pegando fuerte en los últimos tiempos.
¿Por qué disfruta un hombre viendo practicar sexo a su mujer con otra persona?
Tal vez sea simplemente el morbo de lo prohibido, de lo que los otros piensan que no está bien pero nosotros sabemos que sí. Tal vez simplemente sea por probar cosas diferentes, por hacer que la relación sea mucho menos monótona. Tal vez simplemente sea una fantasía que muchos quieren cumplir porque lo tienen como un fetiche especial, o una forma de demostrarle a nuestra pareja que tenemos total confianza en ella y que además, puede hacerlo con otros y al final siempre acabará volviendo con nosotros porque somos más apasionados y mejores en la cama.
¿El placer de ser cornudo es un fenómeno reciente?
Seguramente ya hubo muchos hombres antes que tuvieron ese fetiche solo que hasta ahora no estaba ni mucho menos bien visto. Y sigue sin estarlo, de hecho, pero la liberación sexual real de estos últimos años ha llevado a muchos a poder, al menos, entender que lo que sienten, lo que desean, no es algo tan raro ni prohibido. El placer de ser cornudo siempre estuvo ahí, pero ahora con mucha más intensidad.
Si alguna vez has tenido el deseo de ver a tu chica con otra persona, de saber que ella te pone los cuernos y que eso no te sienta mal, sino todo lo contrario, no te preocupes porque no eres el único. El cuckolding seguramente no se vaya a convertir en la norma, pero al menos ya no es tan raro hablar de estos temas que siempre están ahí.